¡Oh, maldición!
domingo, 29 de agosto de 2010
ouch!
No sé si es la incomodidad de sentirme descubierta, el malestar de creerme una imbécil, o sí es la impotencia de saberme malinterpretada (otra vez) y que no haya lugar para explicaciones (y que no tenga ningún sentido intentar darlas). Pero se me revolvieron el estómago y el cerebro.
¡Oh, maldición!
¡Oh, maldición!
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1 comentario:
perdon
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