Y mañana, cuando tu primavera se derrumbe como la arquitectura de una flor; cuando te huyan todas las miradas y se te nieguen todas las sonrisas; cuando las noches alegres te vuelvan sus espaldas, y a puntapiés la música te arroje de su loco reinado; entonces volverás al suburbio, y será en una tarde con olor de aguas muertas; y el eco de tus pasos en la calle despertará recuerdos y exaltará fantasmas. Y cuando al fin descienda la lluvia de tus ojos, una voz de muchacha cantará en algún patio:
Cascabel, cascabelito,
Ríe, ríe, y no llores…
Fragmento del Adán Buenosayres, de Leopoldo Marechal (¡qué hijo de puta!).
Pueden escuchar el tango acá.
1 comentario:
Oh, qué hijo de puta! (Piel de gallina mode on).
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